UN DÍA DEL VERANO DE 2020 EN LA PISCINA

9 de agosto de 2020

Casillas, un pequeño pueblo abulense conocido por su castañar y su puerto de montaña, desde el que se pueden divisar el valle de Iruelas y el valle del Tiétar, en algunas marchas muy recomendables. Verano del 2020, extraño, impredecible, diferente, irrepetible, esperemos, con el sonido de la Covid-19 en todos los medios de comunicación. El pueblo goza de una piscina con un agua estimulante en un paraje envidiable, con muchos castaños cercanos, delante de montes majestuosos que dejan sentir su presencia.

Entramos y no es fácil ubicarse en el sitio ideal. Primero la charla de las normas: pasillos de entrada y salida, duchas de entrada y salida, gel hidro-alcohólico, mascarillas,…. Es un día de primeros de agosto bajo el yugo de una ola de calor. Es absolutamente necesaria una zona de sombra, alejada 2 m de los vecinos cercanos, lo que es muy de agradecer para mantener una cierta privacidad. Mejor eso que luchar por unos cm cuadrados para extender la toalla. 

Leemos, nos bañamos, nos desplazamos con cierta frecuencia a lo largo de nuestro imaginario recinto,  respetado por todos, buscando el sol o la sombra, según estemos mojados o secos. Un grupito de jóvenes torturan nuestros oídos con la música machacona, a volumen elevado, que a ellos les deleita. Y deben creer que a nosotros también, porque se marchan y nos dejan la compañía de su admirada música. 

Llega la hora de la comida, aparecen zonas de sombra sin ocupantes, y decidimos ubicarnos en un nuevo lugar, que promete tranquilidad. Otro rato de lectura después de algún baño y llegan unas personas, de cierta edad y porte respetable, haciéndose notar. Hablan fuerte para que nos enteremos de que han llegado. ¡Y que si nos hemos enterado! Empiezan hablando de Fernando Simón, héroe o villano de estos meses según para quién. Ellos lo tienen claro, no sabe nada de nada, es un iletrado, un indocumentado, cuasi el responsable de la pandemia. Nos miramos  con resignación.  Cuando terminan con Fernando Simón, ¿con quién creéis que continúan? Sí, con el Coletas y los podemitas, con suficiencia y prepotencia. Mi paciencia va tocando a su fin. Y de postre, defensa del Borbón y de la monarquía. Digo: prefiero a los jóvenes y su música. Cojo ostentosamente mis pertenencias y me traslado a nuestro primer sitio. 

Para mantener el espacio de sombra, ahora estamos más cerca de los jóvenes, chicas y chicos, de forma que no solo oímos la música sino también sus conversaciones. Interesantes, versan sobre culos y tetas, porque una de ellas se ha comprado un tanga por primera vez. Van describiendo sus ideales de belleza y su similitud personal y preferencias con estos cánones. De todas formas, prefiero a una juventud lúdica poco concienciada que a una senectud facha, me digo. 

Dejo en el agua todos mis pensamientos, nado y nado. Nos vamos a dar un paseo por el Castañar de Casillas. Solo se oye el trino de los pájaros y el quejido de las cigarras. ¡Qué paz!


1 comentario: