EDUCACIÓN


ACERCA DEL DEMANDADO PACTO EDUCATIVO Y LA LOMLOE

23 de diciembre de 2020

1.    ¿Por qué es tan difícil de lograr un pacto respecto a la educación en nuestro país?

La educación en el arma más poderosa que puedes utilizar para cambiar el mundo”, palabras de Nelson Mandela que nos emocionan y que seguro que tod@s compartimos. Y buena prueba de ello, es que ante cualquier comportamiento inadecuado, actitudes incívicas, falta de conocimiento, de capacidad crítica o de reflexión, de empatía con determinados colectivos,  … , se reclama más educación e, incluso, más cantidad de materias y contenidos curriculares en los colegios e Institutos. De este modo, la omnipresencia e importancia de la educación son reconocidas universalmente, más o menos explícitamente.

Estos días encontramos bastantes artículos en los medios de comunicación sobre la nueva Ley de Educación, la LOMLOE (Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación). Y está muy bien que los medios se ocupen de la educación, porque la ponen en el lugar que se merece, pero desgraciadamente la educación normalmente solo es objeto de atención cuando hay una nueva Ley de Educación, que en nuestro país tiene una frecuencia de unos pocos años, o cuando hay resultados de pruebas internacionales, como PISA (Programme for International Student Assessment) o TIMSS (Trends in International Mathematics and Science Study). En esos momentos también aparecen analistas, comentaristas, periodistas que, en ocasiones, lo que muestran con sus comentarios es el escaso conocimiento que tienen sobre la situación de la educación en España y lo fácilmente que calan algunos tópicos. Piden consenso, dando a entender la falta de interés de políticas y políticos, e incluso de las asociaciones y colectivos implicados, en ponerse de acuerdo en un tema tan importante para un país como es la educación.

Pocas veces hacen la reflexión o tratan de responder en profundidad, no con titulares más o menos populistas con carga peyorativa, ¿por qué es tan difícil llegar a un acuerdo?, ¿cuáles son las razones de estos desacuerdos constantes? La respuesta es sencilla, porque hay mucho en juego, porque son muchos los intereses creados, porque algunos estamentos poderosos no quieren perder sus privilegios en este país. Los privilegios no son derechos. Y muchos lo saben, otra cosa es que lo digan abierta y públicamente, sin tapujos.

La izquierda defiende y apuesta por una escuela pública y laica. Y estos son los principales y primeros principios que la derecha no admite. Ni uno ni otro. Es muy difícil llegar a un consenso porque lo que hay detrás de estos principios es un modelo social, es el tipo de sociedad que cada cual defiende. Una sociedad con unos servicios públicos potentes que cubran las necesidades básicas de toda la ciudadanía sin ningún tipo de discriminación ni adoctrinamiento, con un pensamiento libre, crítico y democrático frente a una sociedad neoliberal con muchos privilegios para algunos y nada para otros, con un fuerte individualismo, con la “libertad individual sin igualdad ni fraternidad” por bandera. Por esta razón, además de los intereses económicos, la discusión sobre la educación es fuertemente ideológica.

¿Y qué hay detrás de los principios de pública y laica? La igualdad en derechos de toda la sociedad, de las diferentes clases sociales. Solo, solo repito, la escuela pública es compensadora de desigualdades, es la única que garantiza que todos los niños y niñas sean atendidos, sean educados sin ningún tipo de discriminación, en las zonas rurales en las que no es rentable cualquier tipo de centro privado; en familias con muchos, pocos o ningún recurso; para alumnado con distinto origen; para todas y todos. Y solo la escuela laica garantiza la libertad de pensamiento, sin ningún tipo de religión, que siempre las familias pueden enseñar libremente en su ámbito familiar o religioso; sin ningún ideario; con diversidad de profesorado con distintas formas de pensar, seleccionado en unas oposiciones públicas.

Son muchos los países que han apostado por una educación pública como puede observarse en la gráfica 1[1]. España ocupa el tercer lugar de los 27 países de la Unión Europea que tiene una mayor contribución de la enseñanza privada, y dentro de esta de la concertada: 69% de enseñanza pública, 26% de privada-concertada y 5% de privada-no concertada.


Figura 1. Educación pública frente a educación privada (concertada o no) en los países de la Unión Europea.

 

Y ejemplos de educación laica también tenemos. Sirva un botón de muestra. Hace pocos días, como consecuencia del asesinato de un profesor en Francia, leí un artículo que decía que en la escuela francesa se iba a reforzar la laicidad. “El brutal ataque …. ha conmocionado a un país orgulloso de su Estado laico y sus valores republicanos, y que ha sufrido ya una larga serie de atentados islamistas.” [2]

Estas son las razones por las que en España se cambia de ley educativa con el color del gobierno, mientras que otras leyes impulsadas por la izquierda y que fueron contestadas fuertemente por la derecha e incluso votadas en contra se mantienen, como por ejemplo la ley del divorcio, la anti-tabaco, la del matrimonio homosexual, etc. 

 

2.    Avances y oportunidades pérdidas de la LOMLOE

Como acabo de decir la nueva ley educativa no apuesta por la educación pública y laica, pero corrige las aberraciones más graves de la LOMCE (Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa), que, como notorio exponente de la derecha, tomó claramente partido por la educación privada-concertada con conceptos y medidas como la demanda social, el distrito único de escolarización y la libre elección de centro; todas dirigidas a mantener privilegios, que no derechos. Y también apostó por la educación de la religión católica, haciendo que la Religión fuese evaluable y contase en la nota media. Siendo conscientes del declive que la religión sufre entre la juventud, le dan un caramelo envenenado: “Elige la Religión, así te quitas otra asignatura y además subes la nota media”. Todo vale para que las estadísticas de la elección de la religión suban y parezca que se trata de una elección libre.

Además, la LOMLOE aparta en la cuneta, esperemos que para siempre, los aspectos más negativos de la Ley Wert, que nunca debieron estar presentes en una ley de educación, como los itinerarios segregadores desde los 13 años; o la supresión de las perversas reválidas, cuyo amplísimo rechazo social obligó al propio PP a posponerlas sine die; y añadiendo aspectos positivos como la recuperación de la Educación Infantil como etapa educativa, desde los 0 años; o la devolución de competencias sustraídas a los Claustros y Consejos escolares de los centros; o la relativa pérdida de peso de la asignatura de Religión [3]. Sin olvidar, el punto y final a la cesión de suelo público por parte de los municipios para la construcción de centros privados-concertados, que espero que se mantenga. Petición, ya con solera, de todas las Plataformas por la Escuela Pública a lo largo de nuestra geografía.

Pero la ley vuelve a perder la oportunidad de dotar a nuestro país de una ley educativa acorde a los principios de defensa de los servicios públicos, de igualdad y laicidad, en consonancia con los países de nuestro entorno.

No obstante, hay que hacer ruido. Se trata de una nueva ley educativa de la izquierda que, como es habitual, pone en pie de guerra a los sectores de la derecha y de la Iglesia que se aferran fuertemente a sus privilegios y los defienden esparciendo mentiras y bulos, que sus seguidores no parecen tener el menor interés en contrastar. Y, ante esto, siempre me pregunto, ¿por qué las leyes de educación elaboradas por la izquierda no convierten esas mentiras, las que hacen referencia a la escuela pública y laica, las que sacan a los defensores de la concertada y a la Iglesia a la calle, en verdades? De esta forma, cuando se manifiesten y salgan a la calle protestando, lo harán diciendo la verdad, y nos habremos acercado a la escuela pública y laica que desde la izquierda defendemos. Hay que reconocer que somos un poco timoratos, poco valientes y no percibimos, o algunos no quieren percibir, que la derecha y la Iglesia son insaciables y no ceden ni un ápice en la defensa de sus privilegios.

Así lo expresa claramente un periodista en la prensa digital: “Los lloros de la carcunda nos hacen desinflar la crítica legítima a una ley cobarde en materia progresista. Las pataletas reaccionarias han impedido, una vez más, un progreso valiente. Su ruido nos está hurtando el debate desde posiciones de izquierdas frente a esta ley timorata mientras perdemos tiempo discutiendo con los que tienen que limpiarse el uniforme de lágrimas fachas” [4].

Sí, las leyes educativas siempre movilizan a la ciudadanía. En este caso, como era sabido y esperable, a las asociaciones y patronal de los centros privados-concertados (todos los centros concertados son centros privados que reciben dinero público), que, además, mayoritariamente son religiosos. Y claro, como no podía ser de otra manera, a los partidos de la derecha, sus avales y defensores. Pero, no podemos olvidar que las camisetas verdes de la Marea Verde llenaron repetidamente las calles de numerosas ciudades españolas solicitando la derogación de la LOMCE, el fin de los recortes en educación y el cese del desvío del dinero público a los centros privados-concertados. Grandes manifestaciones de la Marea Verde tuvieron lugar para oponerse a los recortes educativos del Real Decreto 14/2012 [5]; en Madrid desde las Instrucciones de principio del curso 2011-12 de Esperanza Aguirre. Y a finales de diciembre de 2013 se aprobó la LOMCE con el apoyo único del PP y el compromiso de todos los partidos de derogarla, y la Marea Verde continúo inundando las calles en repetidas ocasiones. Sin comparación con lo ocurrido ahora, que, con unos pocos coches contaminando, llenan el Paseo de la Castellana en Madrid u otras calles en otras ciudades.



Figura 2. La Marea Verde inunda las ciudades de España

 

Pero, como vengo repitiendo, la LOMLOE adolece de una apuesta clara por la educación pública. No se compromete en conseguir una red pública de centros suficiente para atender las necesidades de escolarización en todos los niveles educativos, que es lo dice el artículo 27 de la Constitución. Y, por tanto, no limita el carácter subsidiario de los conciertos educativos, de modo que las enseñanzas concertadas solo se puedan mantener temporalmente cuando las necesidades de escolarización de una zona escolar de referencia no puedan ser atendidas por la red pública [6]. Ni tampoco limita los conciertos a las enseñanzas obligatorias.

Sorprendentemente sigue respetando la falacia de la “libertad de elección de centro”. Mantra que la derecha dice que está presente en la Constitución y que, como otros, ha calado socialmente.

La libertad de enseñanza, tal y como está recogida en el artículo 27 de la constitución, se refiere a que los poderes públicos garanticen que existan centros privados para facilitar la elección de los padres que así lo quieran, pero en ningún momento dice que se tenga que destinar dinero público para pagar estos centros a las familias que los eligen. ¡Bonita libertad de elección en la que se elige un centro privado, pagado con dinero público! La libertad de elección indica el respeto y la posibilidad de que las familias puedan elegir centros privados, que puedan ser creados libremente. Pero si toman esa decisión, lo racional, lo constitucional, es que paguen de su bolsillo. Es más fácil de entender si hacemos un símil, no contaminado por los debates mantenidos durante décadas, con el transporte. Si tenemos ciertas reticencias, del tipo que sean, a usar el transporte público, pedimos a las administraciones que nos paguen los taxis.

El Tribunal Constitucional en la sentencia 86/1985, de 10 de julio, dictada por su Sala Segunda, lo dejó meridianamente claro. En ella se puede leer “…siendo del todo claro que el derecho a la educación -a la educación gratuita en la enseñanza básica- no comprende el derecho a la gratuidad educativa en cualesquiera Centros privados, porque los recursos públicos no han de acudir, incondicionadamente, allá donde vayan las preferencias individuales” [7]. Los autodenominados constitucionalistas, que usan la Constitución a su antojo, para hacerse un traje a medida, ignoran la sentencia del Tribunal Constitucional, y ante la LOMLOE llenan de mentiras los medios de comunicación diciendo que esta nueva ley educativa va en contra de la libertad de elección de centro, “su interpretación de esta libertad”, que no se puede defender con ningún argumento constitucional. [8]

Sin embargo, se mantiene esta falacia, “libertad de elección de centro”, en la LOMLOE, adquiriendo la categoría de derecho la financiación con dinero público de los centros privados. Veámoslo.

En el Preámbulo de la ley, se deja tan claro que invita a la reflexión. Se pone el derecho de educación al mismo nivel que la libertad de elección de centro, que como hemos visto de constitucional no tiene nada. Una buena ocasión pérdida.

Por otra parte, se señala que, en la admisión del alumnado en centros públicos y privados concertados, las Administraciones públicas garantizarán el derecho a la educación, el acceso en condiciones de igualdad y no discriminación y la libertad de elección de centro por padres, madres o tutores legales y atenderán a una adecuada y equilibrada distribución entre los centros escolares del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo.

En la modificación 53 (Artículo 84), nuevamente aparece con la categoría de derecho.

1. Las Administraciones educativas regularán la admisión de alumnos y alumnas en centros públicos y privados concertados de tal forma que garantice el derecho a la educación, el acceso en condiciones de igualdad y la libertad de elección de centro por padres, madres o tutores legales. En dicha regulación se dispondrán las medidas necesarias para evitar la segregación del alumnado por motivos socioeconómicos o de otra naturaleza.

En la modificación 56 (Artículo 109). También queda claro que se atenderá la elección de los interesados. 

2. Las enseñanzas reguladas en esta Ley se programarán por las Administraciones educativas teniendo en cuenta la oferta existente de centros públicos y la autorizada en los centros privados concertados, asegurando el derecho a la educación y articulando el principio de participación efectiva de los sectores afectados como mecanismo idóneo para atender adecuadamente los derechos y libertades y la elección de todos los interesados.

¿Por qué entonces protesta la derecha, la jerarquía eclesiástica, la patronal de los centros privados-concertados?

Porque hay un pequeño apunte que temen que las haga perder sus privilegios y su lucro económico y su posibilidad de adoctrinamiento. Todo va en el mismo paquete. Porque después de, al menos, una década de ataque indiscriminado a la escuela pública, cerrando aulas, cerrando centros; poniendo dificultades a familias que deseaban enseñanza pública, no respetando su libertad de elección, a pesar de su defensa; cediendo suelo público para hacer negocios e, incluso, en algún caso, teñidos de corrupción; desviando dinero público de la pública a la privada-concertada, la nueva ley trata de poner en valor la escuela pública, de hacerla avanzar algo en el gran retroceso a que la ha sometido la derecha en algunas comunidades autónomas, aunque tímidamente, como puede verse en el siguiente artículo:

Artículo 109. Programación de la red de centros

En la programación de la oferta de plazas, las Administraciones educativas armonizarán las exigencias derivadas de la obligación que tienen los poderes públicos de garantizar el derecho de todos a la educación, mediante una oferta suficiente de plazas públicas, en condiciones de igualdad y los derechos individuales de alumnos y alumnas, padres, madres y tutores legales. En todo caso, se perseguirá el objetivo de cohesión social y la consideración de la heterogeneidad de alumnado como oportunidad educativa.

En el marco de la programación general de la red de centros de acuerdo con los principios anteriores, las Administraciones educativas programarán la oferta educativa de modo que garanticen la existencia de plazas públicas suficientes, especialmente en las zonas de nueva población.

Las Administraciones educativas promoverán un incremento progresivo de puestos escolares en la red de centros de titularidad pública.

Pero además la manipulativa libertad de elección de centro solo se defiende cuando se trata de los centros privados-concertados, pero no cuando se trata de los públicos. En una noticia de hace algún tiempo, una madre contaba que su hija no fue admitida en ningún de los tres IES públicos más cercanos a su casa, por falta de plaza. Se dirigió al SAE (Servicio de Apoyo a la Escolarización) y allí se encontró con una cola interminable de personas en su misma situación. Les ofrecieron un listado de centros con plazas libres, la gran mayoría de centros privados-concertados y el IES más cercano a su casa estaba a 13 km. No quería centros privados-concertados. Se fue a la DAT (Dirección de Área Territorial en la Comunidad de Madrid) a poner una reclamación. A 8 de junio no tenía respuesta. Y no es el único caso, ni mucho menos.

La madre anterior decía: “Lo que más me enerva es que nos dirijan a los centros privados-concertados, aunque no queramos. En la cola reparé en que la mayoría se conformaba, pese a que preferían a la escuela pública, con tal de quitarse la angustia de no saber dónde van a estar sus hijos en septiembre”.

Pero no es solo una falacia, una falacia neoliberal, que nos inunda como otras sobre el uso de la palabra libertad [9], sino que conduce, por los privilegios y facilidades dados por los gobiernos autonómicos a una irregularidad. Para analizar la irregularidad, comienzo mostrando los datos de la distribución del alumnado en nuestro país en la Figura 3 y en la Figura 4 esta misma distribución por Comunidades autónomas, según datos del Ministerio de Educación [10].



 Figura 3. Distribución del alumnado en centros públicos y privados: concertados o no.



Figura 4. Distribución del alumnado en centros públicos y privados (concertados o no) en las distintas Comunidades Autónomas.

 

Y estos datos, como ya he dicho, nos conducen a la irregularidad que presenta el enorme peso de la escuela privada-concertada en nuestro país frente a los países de nuestro entorno, como puede observarse en la Figura 1. Irregularidad que es más ostentosa en el País Vasco y en Madrid.

Irregularidad que se mantiene por el fuerte poder de la Iglesia en nuestro país, quien defiende sus intereses con fuerza. Intereses económicos, lucro que le proporcionan sus centros privados-concertados, que no han cesado de aumentar su financiación, gracias a los gobiernos autonómicos de la derecha. E intereses de adoctrinamiento, que vienen de épocas obscuras de la historia de nuestro país. En palabras de Enrique Díez, en el artículo titulado, Financiar públicamente las opciones privadas de la educación no está en la Constitución: “La derecha conservadora, la ultraderecha, los obispos más reaccionarios, la jerarquía católica en general y, sobre todo, la patronal católica de la escuela concertada (que ya ha acaparado el 15% del total del sistema educativo y el 58% de la enseñanza privada-concertada, es decir, financiada públicamente con el dinero de todas y todos)”[11].

Falacia, irregularidad y, finalmente lo más grave desde mi punto de vista, fuente de segregación del alumnado, tal y como es señalado en fuentes diferentes y diversas, como son:

·    Los datos del Ministerio de Educación, la pública (donde está matriculado el 67% del alumnado), acoge al 78,5% de los estudiantes inmigrantes [12].

· La OCDE que en el informe denominado “Equidad y calidad de la educación. Apoyo a estudiantes y escuelas en desventaja” [13] indica claramente que “proporcionar plena libertad de elección de escuela a los padres puede dar por resultado la segregación de estudiantes según sus capacidades y antecedentes socioeconómicos, y generar mayores desigualdades en los sistemas educativos”.

·   El artículo “Magnitud de la segregación escolar por nivel socio económico en España y sus Comunidades Autónomas y comparación con los países de la Unión Europea”, donde sus autores señalan: “Estos datos indican que España es uno de los países más segregados de Europa, con cifras análogas a los países de Este más segregados y muy alejadas de los países de su contexto más cercano. La segregación escolar en las Comunidades ofrece resultados extremos, algunas se encuentran entre las más bajas de Europa (Illes Balears, Galicia y Aragón) y otras como la Comunidad de Madrid con una segregación muy alta, solo superada por Hungría dentro de la Unión Europea. Con todo ello se observa la incidencia de las políticas educativas regionales respecto a los criterios de admisión de centros en la segregación escolar, mostrando que políticas como el fomento de la educación privada, de la competencia de centros mediante la publicación de rankings o la creación de un distrito único puede configurar sistemas educativos inequitativos que atentan a la igualdad de oportunidades[14].

    La Fundación BBVA y el Instituto Ivie indican en un informe reciente que el sistema escolar español segrega a los alumnos: “… los ricos, con los ricos y los pobres, con los pobres. Dicho estudio, con datos de la OCDE, indica que la escuela pública tiene un 33% de alumnado de origen socioecónomico humilde, un 60% de entornos medios y un 6,7% aventajado. En la concertada se invierten los números: el 65,4% proviene de entornos aventajados, el 27,1% en la media y el 7,5% tiene origen humilde.” [15][16]

 

Creo que no es difícil concluir que, a pesar de unos tímidos intentos de apuntalar la educación pública y restringir levemente el avance de la privada-concertada apoyada por la derecha y la Iglesia, este país vuelve a perder la oportunidad de tener una educación pública y laica, como se merece, igualándonos a los países de nuestro entorno, como ya fue propuesta por la II República, y que nos robaron violentamente.

No puedo terminar este artículo sin nombrar la Educación Infantil, en mi opinión de máxima importancia, porque es la que atiende a la más tierna infancia, la que constituye los cimientos sobre los que van a edificar el conocimiento, las emociones, las habilidades y los valores del resto de las etapas. Y cuya importancia y necesidad ha sido ratificada por numerosas publicaciones. También la Comisión Europea ha llamado la atención de los países integrantes para que universalicen y garanticen la calidad de la educación infantil. ¿A dónde, con quiénes queremos dejar a nuestros bebes y pequeñ@s durante unas horas cada día?

Pero de nuevo la ley se queda corta. Solo se compromete a “incrementar progresivamente la oferta de las plazas públicas en el primer ciclo con el fin de atender todas las solicitudes de escolarización de la población infantil de cero a tres años. Sí, públicas. En 2018, el 62% de las niñas y niños con menos de tres años no estaban escolarizados en nuestro país. Y en el segundo ciclo de la educación infantil, que será gratuito, se habla de nuevo de oferta en centros públicos y de conciertos con los centros privados.

Tendremos que seguir esperando y luchando, sin olvidar que además la Ley la tienen que aplicar los gobiernos de las Comunidades Autónomas.

 

[1] https://elordenmundial.com/mapas/educacion-primaria-secundaria-publica-privada-concertada-union-europea/

Interesante artículo que enumera todo en lo que la LOMLOE necesita mejorar

F. Javier Murillo y Cynthia Martínez-Garrido en Revista de Sociología de la Educación (2018)

1 de noviembre de 2020

 

Cuando la Ley ha hecho a todos los hombres iguales, la única distinción que los separa es la que nace de su educación (...) el hijo del rico no será de la misma clase del hijo del pobre si no los acerca alguna instrucción.

Condorcet[2]

Hace unos días leía: “Hay mucho trabajo por delante, empezando por la educación. Son demasiados los estadounidenses que, en realidad, no comprenden la democracia ni la seriedad del arte de gobernar. Desde hace décadas hemos mezclado tanto la fama y la política que la mayoría de la gente no distingue entre las dos cosas. En el primer mitin de Trump al que asistí, en plena campaña, en un aeropuerto de Sacramento, los asistentes se quedaron deslumbrados al ver llegar al personaje de los reality shows en su avión privado. Se rieron de sus chistes y le hicieron fotos con su gorra roja. No hubo nada remotamente parecido a una discusión seria sobre temas importantes …

No tiene nada de malo que la gente vaya a un aeropuerto a ver a un personaje de televisión. Pero votar para que él dirija el país es señal de que no sabemos lo que es gobernar y de que no nos tomamos en serio a nosotros mismos, nuestra nación ni nuestra historia. Y ese es un fracaso del que somos responsables todos como padres, educadores y ciudadanos.

Lo leía en un artículo publicado en El País titulado “Estados Unidos: al borde del aviso” de Dave Eggers[3].

Comparto estas palabras que ponen a la educación como el motor transformador de la sociedad para lograr un mundo mejor para tod@s. Después de leerlo he pensado -Tengo que escribir sobre educación-, la profesión y pasión que me han acompañado toda mi vida.

Solamente los gobiernos que comprenden que la educación es clave para mejorar una sociedad, dedican esfuerzo, ganas, motivación, ilusión y recursos para poner en marcha un proyecto educativo que genere igualdad, espíritu crítico, independencia de pensamiento y solidaridad entre la ciudadanía. Desde los gobiernos, es absolutamente necesario poner la educación en el centro de todas las políticas. Porque es el germen de cualquier cambio, cualquier transformación dirigida a mejorar la sociedad en igualdad, justicia social, sostenibilidad, progreso; a hacer que las personas crezcan en autoestima y confianza y vivan más libres y más satisfechas con ellas mismas.

Y eso fue lo que hizo la II República en España, porque el gobierno republicano sabía de la importancia de la educación para alcanzar la democracia. “España no será una auténtica democracia mientras la mayoría de sus hijos, por falta de escuelas, se vean condenados a la perpetua ignorancia”, se afirmaba en el Decreto en el que se proyectaba la creación de 7.000 plazas de maestros y maestras en 1931[4].

En aquel año, España tenía un enorme retraso en educación, ciencia y tecnología con respecto a otros países europeos; retraso que se reflejaba en la existencia de más de un millón de niños y niñas sin escolarizar; una tasa de analfabetismo de cerca de un 43% entre los mayores de 10 años; pocas escuelas y en malas condiciones; una escuela rural casi inexistente; unos sueldos más que exiguos para maestras y maestros, que además tenían una formación deficiente, y una legislación anticuada y controvertida.

Y enseguida la República se puso manos a la obra, aprobando la Constitución el 9 de diciembre de 1931 que incorporaba en sus artículos 48, 49 y 50 las siguientes características de la escuela republicana:

      Escuela única, basada en el principio de igualdad.

·         Escuela pública, obligatoria y gratuita, capaz de garantizar la desaparición de diferencias por razón de clase, territorio, sexo.

      Escuela laica, considerando la religión un asunto íntimo que concernía al ámbito privado y no al público.

      Con una metodología activa, convirtiendo a cada alumno en protagonista de su propio aprendizaje.

      Educación para la solidaridad, enarbolando la colaboración frente a la competitividad y la formación de la ciudadanía como eje de transformación social.

No deja de ser absolutamente sorprendente que casi un siglo después, sigamos sin conseguir algunos de los principios básicos de una educación que sea garante de la igualdad y que ya aparecían en la Constitución de la II República: Escuela pública y laica.

Las diferentes leyes orgánicas de educación de la democracia no han logrado que, en nuestro país, la escuela sea pública porque los intereses económicos de la Iglesia, en cuyo poder se encuentra la mayoría de los centros privados-concertados, son defendidos con uñas y dientes por los partidos políticos de la derecha y por esta institución, que hace negocio con un derecho fundamental, la educación. Además de promover la segregación económica del alumnado como se ha indicado por diferentes autores y organismo, entre ellos la OCDE. Y todo ello baja el mantra, que ha calado en la población, de libertad de elección de centro, que, a pesar de lo que dicen, no aparece en el artículo 27 de la Constitución.

Ni tampoco es laica porque de nuevo la larga mano de la Iglesia impide que lo sea. El franquismo asentó en nuestro país el poder de la Iglesia, que mantuvo bajo palio al dictador, y 45 años de democracia no han sido suficientes para lograr un estado laico.

La LOGSE (Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo) de 1990 fue un avance importante. Ha sido la ley más progresista en este país después de II República, aunque no apostó claramente por la escuela pública y laica ni contó con la aportación económica suficiente. Es decir, no supuso una apuesta real y verdadera por la educación en nuestro país. Es verdad que potenció la formación del profesorado; fue el momento de la creación de los CPS (Centros de Profesores), de los cursos de actualización científica y didáctica, de los formadores de formadores, … pero faltó dinero para poner en práctica una ley ambiciosa en muchos ámbitos, y la formación del profesorado no llegó a todos los rincones. Y sin el apoyo, sin la formación del profesorado es muy difícil implementar una ley desde el corazón, creyendo en ella.

También tuvo otros fallos, porque siempre existe una brecha entre la teoría y la práctica. Pero en lugar de hacer una evaluación, detectar los errores y ponerles remedio, la derecha entró a saco por lo que consideraba pérdida de algunos privilegios. Y elaboró la LOCE (Ley Orgánica de la Calidad de la Educación), que nunca se puso en marcha porque el PP perdió las elecciones siguientes y no desarrolló la normativa. La LOE (Ley Orgánica de Educación) fue un pacto educativo, rebajó planteamientos respecto a la LOGSE, pero aun así la derecha insaciable aprobó y puso en marcha la LOMCE (Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa), sobre la que se mostraron contrarios todos los demás partidos políticos y, sobre todo, toda la comunidad educativa (alumnado, profesorado y familias). Y así llegamos a la actualidad en la que se está elaborando la LOMLOE (Ley Orgánica de modificación de la LOE), sin que ningún gobierno haya levantado la mano para comprometerse con la educación hasta la médula, que haya comprendido que la educación pública y laica es la única garantía para lograr una sociedad democrática, formada, igualitaria, crítica, transformadora y solidaria.

Fijaos que ha habido muchas (cinco) leyes orgánicas de organización del sistema educativo, pero no tantas como oímos repetidamente en las tertulias, que con un afán de confundir o por desconocimiento mezclan todas las leyes educativas, aunque pertenezcan a distintos ámbitos y tengan distintas finalidades.

La situación actual en España no es como en 1931, cuando la II República se volcó con la educación, pero hay indicadores bastante alarmantes que exigen respuestas inmediatas, como son el porcentaje del PIB (Producto Interior Bruto) dedicado a educación (el 4,21%, en 2018, frente a la media europea del 4,7 o los valores de Islandia o Suecia de alrededor de un 7%; en los Presupuestos del actual gobierno sube hasta el 5%); los altos niveles de abandono escolar temprano (alrededor de un 17%, en 2019, frente a un 10% de la Unión Europea); el alto peso del origen socioeconómico en los resultados académicos, y el nivel, en aumento, de segregación por origen social (pasó del 23,1% en 2006  al 23,8% en 2015), según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) y del Observatorio Social de La Caixa.

Termino volviendo al principio, la extrema necesidad de tener una ciudadanía con un nivel educativo elevado para lograr una sociedad del bienestar que llegue a toda la población.

Faltaban dos días para las elecciones norteamericanas y, con sorpresa y alegría,  escuché en la radio que revistas científicas americanas, de la categoría de Nature, Science, New England entre otras, han mostrado su apoyo a Joe Bieden y han criticado duramente a Trump por su desprecio a la ciencia, basado en una ignorancia supina, por sus mentiras, por su gestión de la pandemia de la Covid-19 y por su negacionismo frente al cambio climático[5],[6].

Inmediatamente he pensado, importantísimo este compromiso por parte de las científicas y científicos, pero si la población en su mayoría no está educada, no es conocedora de estos problemas, no es capaz de elaborar críticamente sus propias opiniones al margen de todo el ruido e intereses mediáticos, poco habremos avanzado en la democracia y nadie nos librará de que energúmenos, como este, lideren los países. Más y más educación es necesaria.

Sobre EL RINCÓN DE LA CIENCIA

12 de octubre de 2020

En el verano de 2014, Marisa Gutiérrez y yo pusimos en marcha la revista digital Ciencia y Educación, cuyos datos y enlace aparecen en la entrada inmediatamente inferior, para hacer honor, para recordar siempre a nuestro amigo Miguel Ángel Gómez Crespo que fallecería unos meses después. Por esta revista Miguel Ángel había apostado firmemente con largos y fundamentados monólogos para trata de convencernos y vencer todas nuestras indecisiones y resistencias.

En la Editorial del primer número escribíamos:

Estábamos entrando en la década de los noventa. La educación en España estaba en efervescencia: profesores dedicados a la reforma experimental, creación de los Centros de Profesores, de los Formadores de Formadores (Fofos), …. Por primera vez en muchos años, parecía que algo se movía en la educación. En uno de esos cursos denominado Curso de Actualización  Científica y Didáctica (ACD) nos conocimos Miguel Ángel, Marisa y María Jesús, empezamos a trabajar juntos sobre la energía y 25 años después aquí seguimos, con muchas más satisfacciones que sinsabores, con un aprendizaje mutuo mantenido en el tiempo, con muchos debates y discusiones, con viajes juntos a Portugal, Chile,  Argentina, Málaga, Burgos, etc., en los que no todo ha sido trabajar, también los hemos aprovechado para hacer turismo; en definitiva con muchos ratos buenos y algunos de tensión. Esta es la razón de que destinemos este primer número de la revista a hacer una pequeña memoria histórica de estos años, al cumplir las bodas de plata como grupo, y la dediquemos a nuestro amigo y compañero Miguel Ángel, padre de la idea y del nacimiento de esta página web.

Y en ese mismo número, Pilar Bacas escribía un artículo titulado El Rincón de la Ciencia[1], en el que hacía una presentación de esta revista de divulgación científica del IES Victoria Kent, creada por Miguel Ángel, que recibió una mención honorífica en el XIV Certamen "Casa de las Ciencias" de Divulgación Científica de La Coruña, por tratarse de un auténtico ejemplo de acercamiento de la ciencia a la vida cotidiana a través de la educación".

Pilar Bacas señalaba:

El Rincón de la Ciencia es una revista virtual que nació en junio de 1999, con la publicación de su primer número. Desde entonces hasta ahora, casi quince años después, la publicación no solo no ha decaído, sino que ha ido afianzándose, creciendo y difundiéndose cada vez más. Todos los contenidos que se han publicado en el Rincón de la Ciencia a lo largo de su existencia se pueden consultar en la propia revista.

Con una tirada de 66 números; en el último, fechado en febrero de 2014, figuran los siguientes apartados: “Artículos y curiosidades”, “Los alumnos hablan de ciencia”, “Ciencia y literatura”, “Experimentos”, “Enlaces de interés“, “Pasatiempos“ y “Lecturas“.

…. nunca sería capaz de dar una visión de conjunto como la que ofrece una visita a la propia presentación de la página. Invitamos a sumergirse en ella a quienes no hayan aprovechado aún las posibilidades didácticas que presenta la utilización de la gran diversidad de materiales que ofrece.


La muerte de Miguel Ángel, muy dolorosa para todos los que le conocíamos, paralizó la publicación del Rincón durante algunos años. Pero, posteriormente, su mujer y su hija la volvieron a poner en marcha.


Desde aquí, quiero invitaros a que la visitéis y a que participéis directamente enviando artículos, sugerencias, experiencias que realicéis en el aula. Se trata de una revista divulgativa científica, amena y lúdica, dirigida al profesorado de educación primaria y secundaria y a todas las personas interesadas en la ciencia y su importancia en la sociedad. Estoy segura de que no os defraudará.


El Rincón de la Ciencia.

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[1] https://sites.google.com/site/cienciayeducacionweb/home/ciencia-y-educacion/normas-de-publicacion/revista-cye/el-rincon-de-la-ciencia


 REVISTA CIENCIA Y EDUCACIÓN

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LA IRRESISTIBLE ASCENSIÓN DE UNA CAMISETA

Camisetas Escuela Pública
Escribí este artículo para la revista del IES Jorge Manrique, allá por el año 2012. Ahora me gustaría compartirlo con vosotr@s porque, pasados los años, esta camiseta se ha convertido en el símbolo de una lucha por la defensa de la educación pública. Hurto parte del título a Bertolt Brecht, autor que utilizó su teatro y su poesía didácticamente para movilizar conciencias.

Mi vida es breve, pero intensa y poderosa.
Nací en Vallecas, un barrio de Madrid, famoso por su fuerte carácter reivindicativo. Muy pronto y sin intentarlo, salté a la fama. A una profesora le gustaba y decidió vestirse una mañana conmigo. No sabía ella los problemas que le iba a traer, sin ninguna intención por mi parte. ¡Os lo puedo asegurar! La profesora iba a supervisar las pruebas de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI), en un colegio privado concertado. A la directora de este centro no le gusté y quería que la profesora renegase de mí y me abandonase, pero ella no lo hizo, sabía que vivía en una sociedad libre y que no había ninguna ley que la obligase a llevar una u otra camiseta. Tenía dignidad, permaneció conmigo y fue sancionada por mi culpa.
Empezó el nuevo curso y mis compradores aumentaron. Muchos, muchas querían tenerme y mostrarme con orgullo en los institutos, en los colegios, en la calle. No me lo podía creer. Me había hecho famosa. Incluso se dio un nombre a todos los que me vestían: marea verde. ¡Cuántos me admiraban por esa irresistible ascensión a la fama, que no al poder!
Pero la envidia de este país hizo que empezaran los problemas. Según me cuentan, algunas personas (profesor@s, padres, madres, alumn@s) que me vestían dejaron de poder circular libremente por calles próximas a donde trabajan los que mandan en la educación madrileña. Incluso alguna fue detenida, según la prensa. Al parecer, otras no pudieron entrar a comprar a unos grandes almacenes. Si esto es cierto, sí que me sorprendería, porque creía, antes de este suceso, que el consumo era lo más sagrado de esta sociedad, que es capaz de utilizar al Che para la venta y el negocio. En ese momento fui yo la que sentí envidia: ¿Por qué se puede pasear e ir a comprar con camisetas que portan la imagen del Che y no conmigo? ¿No fue Che Guevara un gran revolucionario? Este pensamiento me hizo sentirme mejor: ¿era yo más importante?, ¿tenía más poder crítico?
También hubo quien se enfadó porque consideró que se estaba haciendo negocio a mi costa, y llegaron las denuncias a los padres, a los vecinos y a mis partidarios en el barrio en el que nací. ¡Fraude fiscal! Pensé que ciertas autoridades se habían decidido a luchar contra esta gran lacra social. Pero me equivoqué, sólo les interesaba yo, no los grandes fraudes. Y su interés era totalmente malévolo.
Mi historia no termina. El 20 de noviembre me esperaban más sorpresas. Estaba de moda y, para estar a la última, algunos decidieron llevarme para depositar su voto en las urnas. Pero como no todas las modas gustan a todos, se encontraron con que a veces la sinrazón se impone: no podían ejercer su derecho conmigo encima o lo ejercieron con muchas dificultades. Me llevaron de nuevo a los juzgados. Estuve en la puerta de los que hay en una gran plaza, porque los votantes verdes habían recibido un requerimiento judicial y otros querían apoyarlos, luciéndome y defendiéndome. 
Todos estos sucesos, increíbles e irracionales desde el punto de vista de una camiseta, parecen ser debidos al fuerte carácter subversivo de lo que exhibo en el frente: Educación pública, de tod@s y para tod@s. Como decía, desde la opinión de una simple camiseta, no acabo de comprender por qué el hecho de nombrar (no hago más que nombrarla) la escuela pública pone tan nerviosos a algunos dirigentes políticos. Parece que les provocase un sarpullido. Lo público es de tod@s y beneficia a tod@s, y el beneficio de tod@s es lo que deben buscar a aquellos que elegimos para gestionar el dinero y las posesiones de tod@s.
Por favor, vestidme, tengo poderes. Estoy presente en blogs, videos, mensajes, … y no sabemos a dónde llegaré. De momento, me ha nacido un hermanito: un peto.

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